Combo y poder en Colombia
El “Combo” como figura de poder, nace en el barrio como forma de contrapoder, como una expresión de caudillo con armas que impone y administra justicia, Colombia desde la cuadra, desde la esquina, acostumbró a sus comunidades a seguir la tradición histórica de respeto y obediencia al que tiene las armas, a seguirlo si hace beneficencia - Pablo Escobar, los Hermanos Ochoa, González Gacha; en México, el Chapo Guzmán. El caudillismo ha generado corrupción, ha permitido y facilitado por el modus operandi, el narcotráfico y el narcoterrorismo, cuando se le toca sus estructuras.
El problema de fondo en Colombia, constituyéndose en caldo de cultivo para el narcotráfico y para la misma Latinoamérica, es el abismo entre la población rural y urbana, la brecha entre ricos y pobres, y la costumbre de buscar un caudillo para la defensa de los derechos fundaméntateles, frente a un estado débil y corrupto.
Las comunidades marginales, en el país del “Sagrado Corazón”, con un conservadurismo religioso acendrado, acuden a los jefes de Combos, a las grandes capos de la droga para que les satisfagan sus necesidades básicas, esas mismas que el estado no es capaz de satisfacer; encontrando estos grupos ilícitos y armados, gran fidelidad en las comunidades, en donde realizan sus donaciones y grandes obras sociales; los mismos combos que vigilan y controlan los barrios donde nacieron, se colocan el nombre del barrio o el de su santo de devoción con el que se presentarán en su barriada para redimirla de sus sufrimientos y marginalidad. En la Cuarentena del coronavirus “Los muchachos del barrio” entregaron mercados donde el trapo rojo, anunciando el hambre de sus gentes, no atrajo la ayuda estatal; sus asesinatos en el confinamiento, llevó a comunidades enteras a violar la cuarentena para rendirle homenaje a sus líderes de combo sacrificados.
Examinemos brevemente algunos de estos nombres de combos de Medellín, para que descubramos, como estos combos entran en el repertorio emocional de la cultura barrial paisa, presentándose con el nombre del santo redentor del pueblo y el dolor que les representa:
“La Agonía”, “Belencito Corazón”, “Niquia Camacol”, “Los Chulos”, “La Oficina” “La Terraza”, “Costales”, “Los Cata”, “Los de la 33”, “La Silla”, “La Sierra” “La Torre”, “Los Triana” “Los Terribles”, “El Hoyo”, “La Cruz”, “La Arboleda”, “Carambolas”, “El Cristo”, “Los Calvos”, “Moravia”, “El Pueblo” o “Pueblito”, “Plan de la Virgen”, “Los del Alto”, “Pico Pico”, “El Hueco de La María”, “Los Edificios”, “La Calle del Pecado”, “Nuevo México”, “La Calle del Silencio”, “Los Negritos”, “Picacho”, “Barrios de Jesús”, “La Milagrosa”, “Convivir Samaritano” , “Convivir San Benito”, “El Pesebre” o “Los Pesebreros”, “La Quiebra” o “Juan XXIII”, “La Luz del Mundo” “Altos de San Juan”, “Altos de la Virgen”, Santa Rosa de Lima”. “La Mano de Dios”, “Rancho e Lata”, “La Esperanza”, “Santa Rita”, “Los de Mi Casita”, “Los Halcones”, “San Pedro”, “La Huerta”
Los barrios de mejor capacidad económica, como el poblado, no presentan combos identificados; en la medida en que un barrio es más pobre, aumentarán el número de “salvadores”, San Javier presenta 32 combos, Manrique 19, la Candelaria 16, a diferencia de barrios con mayor solvencia económica como el Poblado, que no presenta combos identificados, pero si un buen modelo de vigilancia policial estatal.
Actualmente subsisten los combos con nombres más agresivos, los que presentan nombres menos violentos, solo han quedado de ellos reductos. Las denominadas bandas criminales, estructuras surgidas luego del proceso de desmovilización de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), se han convertido en una amenaza tan seria para la ciudadanía, tanto rural como urbana, que su accionar violento tiene sumida en completa zozobra a comunidades de por lo menos 28 departamentos del país. (Defensoría del 2014).
Calero (2016) sustenta como la Defensoría no acogió en su momento el término bandas criminales, BACRIN, que fue la denominación que le dio la Fuerza Pública, luego que emergieron con posterioridad a la desmovilización de las AUC. Estos grupos participan en las hostilidades, generan situaciones de vulneración a los derechos de las comunidades y confrontan a la guerrilla, y también a la Fuerza Pública. No son sólo bandas delincuenciales, sino que tienen participación en el marco del conflicto armado aunque oficialmente no se le ha dado la calificación de grupo armado organizado”. (Calero, 2016).
En tal sentido se manifiesta Rodríguez, (2018) en su obra “Combos y regulación del orden social en el Valle de Aburrá, 2008-2017”, explica como en el Valle de Aburrá, las organizaciones delincuenciales están conformadas por estructuras menores denominados “combos”, que son un pequeño grupo de jóvenes que están subordinados – junto con otro(s) combo(s)– a una misma autoridad llamada “banda”, y que a su vez está subordinada –junto con otra(s) banda(s)– a una “organización” que se adscribe a los grandes grupos paramilitares (De León, 2014). Dado que, los paramilitares llegaron y se establecieron como una organización que tuvo la “capacidad de forzar a otra, sea criminal o no, para hacer lo que ella determine sin tener que recurrir a una continua agresión física o a depredación violenta” (Finckenauer, 2005). De tal forma, es evidente que el paramilitarismo tuvo una fuerte influencia en la zona.
En 2003, se llevó a cabo un proceso de Paz, en el que se desmovilizaron sus principales estructuras. Consecuentemente, la política nacional dejó de dar atención a las redes delincuenciales locales (Rozema, 2007). De tal forma, se firmó una Paz en términos políticos, lo que no significó necesariamente Paz en términos sociales en el Valle de Aburrá. Esta realidad se refleja en el hecho de que estas organizaciones perduraron en el área después del acuerdo e hicieron presencia en los barrios, mediante un poder fraccionado a través de los combos.
Ellos no se limitan a cometer delitos, sino que también solucionan problemas de seguridad y convivencia. Estas funciones, que se suponen propias del Estado, hacen que en medio de su accionar se establezca una relación con la comunidad profundamente compleja e interesante; es tan compleja la situación que “los Muchachos del Barrio” son los llamados a solucionar conflictos de violencia intrafamiliar, problemas entre vecinos, problemas de las instituciones educativas, pero lo hacen mediante amenazas, y fuertes castigos, ellos mismos tienen lugares en el barrio donde imponen los castigos, valga destacar el sector del “Hueco” en el barrio Campo Valdés.
En el Valle de Aburrá las organizaciones de autodefensa barrial –que preceden incluso a los primeros grupos paramilitares– pueden ser la primera representación de una convicción de esta comunidad: regular el orden social. Al desarticular las organizaciones delincuenciales, los combos se descomponen, pero: ¿Qué hace creer que este fenómeno regulador acaba subsecuentemente?, ¿Qué impediría que las comunidades ejerzan funciones de Estado, aun sin combos?, ¿el panorama estatal ha cambiado lo suficiente para que no se repitan las organizaciones de autodefensa barrial?¿Qué faculta al Estado para tener razón sobre su derecho al monopolio de la violencia en el Valle de Aburrá?, ¿qué podría hacer el Estado para convencer a una comunidad de que no se defienda a sí misma, aún si el Estado mismo no va a alcanzar a defenderla con la rapidez que ésta está acostumbrada a ser defendida en la actualidad?, ¿es el Estado legítimo en la capital de Antioquia?...¿son los combos legítimos? (Rodríguez, 2018, pág. 4, 49-50).
Colombia al igual que el resto de la mayoría de los países de Latinoamérica, desde sus inicios en su estructuración como república, vivió una serie de caudillismos que impidieron la conformación de un estado fuerte con un ejército centralizado, con unos partidos encaminados a fortalecer el estado y sus políticas económicas y sociales, repercutiendo estas problemáticas de los Siglos XIX y XX en guerras civiles que desangraron y dividieron más el país, haciéndolo dependiente de Norteamérica y de caudillos de turno que se presentaron como los salvadores, pero que terminaron por generar más violencia y divisiones, hasta caer en las últimas décadas en populismos como el del gobierno de Álvaro Uribe Vélez con reelecciones, donde se recrudeció la violencia entre derecha e izquierda, agravándose la situación, al entrar en escena el narcotráfico y el paramilitarismo; la JEP acreditó a 20 mil afros como víctimas en la violencia en Urabá, (Rendón, 2020).
Caudillo como Uribe tiene más poder en las regiones, porque el centralismo del estado no ha llegado a estas, como si lo ha hecho éste, con o sin campaña; en su gobierno creció el paramilitarismo de las regiones. Al caer el café y la manufactura, son reemplazados por la coca, y la consecuente guerra de carteles.
Desde 1985, la violencia relacionada con el conflicto ha desplazado a más de 8,1 millones de colombianos, sobre una población total de 49 millones, según estadísticas gubernamentales. Cerca de 33.000 personas fueron desplazadas entre enero y fines de julio de 2019. Huma Rights Watch (2020). El conflicto armado en Colombia ha afectado directamente a 8.376.463 personas, Portafolio 2017.
Haciendo un poco de historia comparada, encontramos que entre 1880 y 1890, se presenta un predominio de una política de la regeneración, conservadora agrícola, cimentada en una economía cafetera. Las décadas entre 1980 y 1990, predomina una economía liberal cocacalera. El café le brindó poder al partido conservador, la coca le brindó poder al partido liberal, surgen los paramilitares. Las exportaciones otorgaron poder a las elites. La exportación de coca empobreció a Colombia y le dio poder a las redes internacionales para manejar grandes sumas de dinero y mantener sus ejecitos protegiendo sus mercados; pero sin lugar a dudas, la droga de los años 80 y 90 hizo ricos de la noche a la mañana, a cientos de colombianos, cuyas familias históricamente habían estado sumidas en la pobreza; el discurso de la plebe, de los marginados, se hizo presente con sus nuevos lenguajes y modelos de vida.
El periodo de guerras 1810, 1816, Patria Boba, 1810, 1819, se presenta la reconquista española, fracasó la reestructuración de los estados coloniales, por eso Colombia no logró centralizar el poder. 2010, 2019, encontramos el país tratando de salir del narcotráfico; 2010 - 2019, las permanentes guerras entre combos, narcotráfico, guerrillas, paramilitarismo, no han logrado centralizar el poder, o simplemente usan esa falta de centralización para filtrar el mercado ilícito, pactos de paz entrega de armas, reinserción, justicia, paz y reparación, proceso fallido, porque el gobierno ha incumplido los pactos de Paz, y muchos reinsertados o han sido asesinados, o han regresado al campo de combate.
Entre 1810 y 1990 se vivieron 17 guerras civiles, algunas duraron varios años como fueron la guerra de los Supremos, las guerras de independencia, guerras de los liberales radicales, como la llevada a cabo por Tomás Cipriano de Mosquera y la guerra de los Mil días; entre los años 80 y 2020 se ha declarado la guerra al narcotráfico, se han desmantelado combos, se han llevado a prisión o asesinado a varios cabecillas de combos, se han incautado bienes, se han confiscado, se han destruido laboratorios, y aún la droga sigue con su redes, cada vez más internacionalizadas.
Las constituciones de 1818, 1821, 1830, 1832, 1843, 1853, 1858, 1863, estuvieron precedidas con levantamiento de partidos, coincide con varios nombres que tomó el estado colombiano en épocas de guerra; en el caso de Bogotá, 9 estados y 42 constituciones, incluidas la fallida Convención de Ocaña. Una tercera formación de estado surgió con la regeneración, la cual generó luchas y rebeliones liberales, tardó tres años con la guerra de los mil días para las elites estabilizar el estado, los jefes locales de las regiones se beneficiaron, afirmando su poder, pero en medio de la guerra interna, nuestros países vecinos se apropiaban de parte de nuestro territorio, fenómeno persistente en la actualidad, con la perdida de mar, en los cayos de Roncador, Serranilla, Quitasueño y Santa Catalina.
La independencia de Estados Unidos trajo ideas republicanas, las frecuentes guerras y la supremacía de las regiones fortalecieron los partidos y sus fracciones, capaces de embarcarse en una revolución, revolución burguesa, revolución de los pobres marginados con las drogas. (Liévano s/f pág. 298 109).
Durante las guerras del siglo XVIII, el estado Colombiano perdió privilegios, los grupos de presión fueron reemplazados por sistemas de partido, construyendo alianzas nacionales, la guerra y la movilización tomó poder. Durante la década de los 80 al 2000, los grupos paramilitares, las guerrillas y el narcotráfico tomaron poder y se lo disputaron, construyeron alianzas y debilitaron el poder estatal, dando como resultado, comunidades que en medio de la desesperanza y abandono estatal, han terminado por aceptar en su cotidianidad el lenguaje y figuras de la ilegalidad, especialmente cuando sufren la perdida de sus líderes cívicos, como ocurre actualmente.
Finalizando, cabe destacar que en el escenario político colombiano, medellinense, antioqueño, se plantean grandes retos para los líderes políticos, para los educadores; sembrando semillas de esperanza, formando en los valores, enseñando que aún se puede construir un país mejor, y que todos aportaremos nuestro granito de arena para lograrlo, gracias a la grandeza de nuestra gente y el país que habitamos, que ya no tiene sentido matarnos entre nosotros, buscando un culpable, que sobre Colombia se cierne la semilla de la esperanza, y esa la lograremos desde la escuela, con una educación que forme en nuestros niños, niñas y adolescentes soldados para multiplicar la paz, la solidaridad y el desarrollo científico, tecnológico y cultural de la tercera y cuarta revolución industrial.
Bibliografía
Calero, J. (2016). ¿Bandas criminales o neoparamilitares? Bandas criminales: ¿simples criminales o tercera generación de ‘paras’? VerdadAbierta.com.
Defensoría del Pueblo (2014). ¿Dónde se consolidan las bandas criminales? Verdad abierta.com
De León, I. (2014). Aprendizaje criminal en Colombia. Un análisis de las organizaciones narcotraficantes. Bogotá: Ingeniería Jurídica. Ediciones de la U.
Finckenauer, J. O. (2005). Problems of definition: what is organized crime? Trends in Organized Crime, 8(3), 63–83.
Rights Watch (2020). Informe mundial. Colombia Eventos 2019.
Liévano, I. (S/F). Capítulo XVIIII. Colombia frente a la Santa Sede. Biografías. Bolívar.
Portafolio (2017). 8.376.463: las víctimas del conflicto armado en Colombia.
Rendón, O. P. (2020). JEP acreditó a 20 mil afros como víctimas en caso sobre violencia en Urabá
Rodríguez, M. F. (2018). Combos y regulación del orden social en el Valle de Aburrá, 2008-2017. Facultad de Ciencia Política, Gobierno y Relaciones Internacionales, pág. 4, 49-50.
Rozema, R. (2007). Paramilitares y violencia urbana en Medellín, Colombia. Foro Internacional, 47(3 (189)), 535–550.
https://www.youtube.com/watch?v=bAWVdw_FmIM https://www.youtube.com/watch?v=Dseez9X4j0A
https://www.youtube.com/watch?v=PUxLoo2l3os https://lasillavacia.com/los-combos-comuna-8-medellin-estan-modo-solidarios-76373
https://www.youtube.com/watch?v=qU3Qg_p_x-8
https://www.youtube.com/watch?v=cYif0K1b4M4
https://www.france24.com/es/20200423-colombia-cuarentena-hambre-robos-pandemia-coronavirus
https://www.dinero.com/pais/articulo/cuanto-subiria-la-pobreza-tras-la-pandemia/284721
https://www.youtube.com/watch?v=XXeTNeXGLmE
https://www.youtube.com/watch?v=i6cUey2gK7k
https://www.youtube.com/watch?v=uz4zPyPIzZc
https://www.youtube.com/watch?v=5FDT8sgsaAA
https://www.youtube.com/watch?v=Y82h7qosFEI
https://www.youtube.com/watch?v=m4aPPPjYPaM
https://www.youtube.com/watch?v=8ppM93UvAmw
https://www.youtube.com/watch?v=a80ZvXiJ3YE
https://www.youtube.com/watch?v=j-82D2kVA10
https://www.youtube.com/watch?v=3oNMIWaApGM
https://www.youtube.com/watch?v=33KdBHhuF1M
https://www.youtube.com/watch?v=tNacZ3FCfpU
https://www.youtube.com/watch?v=NbR4dA757OM
https://pares.com.co/wp-content/uploads/2018/10/INFORME-MEDELLIN-FINAL.pdf
https://revistacepa.weebly.com/uploads/1/3/3/7/13372958/caracterizacioncomuna3manrique.2012.pdf
https://caracol.com.co/emisora/2020/04/17/medellin/1587152684_430504.html
https://elordenmundial.com/los-paramilitares-colombianos-enemigos-de-la-guerrilla/
https://www.proceso.com.mx/331434/colombia-sentencia-contra-el-genocidio
https://90minutos.co/fiscalia-entrego-familiares-victimas-auc-restos-cuerpos-15-09-2017/
https://caracol.com.co/radio/2013/01/28/judicial/1359359760_831803.html
https://aplicaciones.uc3m.es/publicacion/agenda/show?id=30980
https://www.youtube.com/watch?v=FleKerHw0sU
https://www.youtube.com/watch?v=5vjzZW0CPZE